Por Alberto Echazarreta.
Gregorio Sánchez Martínez pagará el costo político de sus sospechosas complacencias hacia Francisco Alor Quezada pues el perredismo ha perdido la confianza ante su falta de definición ideológica que aparenta al no dununciar formalmente las irregularidades de su antecesor en el ayuntamiento de Benito Juárez.