Por Alberto Echazarreta
Más de 264 mil pesos diariamente son los que pagan de más los consumidores por la imposición arbitraria en el precio del kilogramo de pollo que se vende en Chetumal en 38 pesos cuando el kilogramo en el resto de la península oscila entre los 24 a los 27 pesos.
Esto a consecuencia del duopolio que existe en la empresas Crío y Bachoco en contubernio con una asociación ilegal de polleros y la Procuraduría Federal del Consumidor quien también recibe parte de las ganancias del millón de pesos mensualmente que se obtienen de excedentes al vender el pollo 10 pesos por kilogramo arriba de su precio establecido.