Por Alberto Echazarreta.
Llegar a la tercera edad cuando se carece de recursos económicos y de fuerzas para poder sobrevivir se convierte en una verdadera hazaña como es el caso de Doña María del Carmen Aguilar Zapata que a sus 72 años solicita abiertamente el apoyo del sistema DIF para ingresar a su esposo al asilo de ancianos debido a que ya no puede otorgarle los cuidado que él requiere.